Ahí estás tú. Con ¿tus? cambios y ¿tus? permanencias.
Con ¿tus? nuevas vivencias, pero sigues siendo tú.
Sientes nostalgia de ¿tu? casa y necesidad de frenar por un momento.
De recordarte antes de volver a emprender caminos.
Sólo ahora te das cuenta.
(Cuenta de que llevas un tiempo comenzando constantemente,
recorriendo y viviéndo-¿te?- a toda prisa en esa batidora-licuadora que es la vida.
Y ahora no sabes muy bien cuál es el resultado
-Si es que lo hay.)
Te asusta no saber cuál es el próximo paso. Desconocer.
Tienes mucho pero sabes que decidirás vivir sin nada.
Y el mundo. Un mundo en el que, al igual que a los 15, no sabes muy bien qué pintas (y es que en realidad desde los 15 no han cambiado tantas cosas). Sólo ahora, con perspectiva, adviertes que fue a esa edad y no en otra en la que te topaste contigo. El resto ha sido un desajuste&ajuste de tornillos. Cuestión de luces, de matices.
domingo, agosto 08, 2010
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