No te diste cuenta, pero ya te transformaste
en hormiguita. Igual a todas, laboriosa, ahora vives para trabajar. No para
ser, no para vivir, no para pensar, no para estar. Ahora sólo te mueves rápido,
sin mirar mucho atrás, ni a los lados, ni a nada. La superficie se ha vuelto
negra para que nada te distraiga, tus patitas y tu cuerpo se mueven en medio
del hacinamiento mundial, donde todo se ahoga, donde solo se busca que las
hormigas no se detengan, nunca, ni un instante, a contemplar su retozamiento sobre la locura
y el absurdo.
pero es odioso vivir así
no quieres ser más una hormiga
ya bastó
2 comentarios:
Hola gracias por tus letras,me acordé de la fábula de la cigarra y la hormiga aunque nunca me creí el final ,tal vez se escaparon juntas lejos del hormiguero y el frío
Gracias por tus palabras Luis Alfonso :)
Publicar un comentario